¿Cómo me puedo vencer los nervios de hablar inglés en público?
Es normal que sintamos nervios al hablar un segundo idioma cuando estamos en proceso de aprendizaje, sin embargo, caemos en un error al no hablarlo por este motivo o por sentirnos avergonzados.
Hay un fenómeno que llamo “Complejo de autopercepción socioeducativa elevada”, el cual se presenta cuando alguien tiene un nivel educativo elevado y su vocabulario en su lengua materna es amplio, además de tener un desempeño eficiente y efectivo en su vida personal y laboral. Sin embargo, al momento de querer comunicarse en una segunda lengua, no lo logra, trayendo como resultado una incapacidad de comunicación efectiva.
Como segunda instancia, el no poder comunicarse de manera efectiva ni profesional, trae como consecuencia un sentimiento de inferioridad por no poder dar resultados inmediatos al momento de hablar, y también se genera un sentimiento de frustración al no comprender lo que escucha ni lo que lee, y mucho menos al no poder comunicarnos por medio de texto como lo haríamos en nuestra lengua materna.
Esto al final genera un cúmulo de emociones negativas que a su vez trae como resultado el no continuar intentando entender la segunda lengua, y por consecuencia, se detiene el proceso de aprendizaje. Cabe mencionar que en muchas ocasiones nos limitamos a hablar en público por razones de presión social, más que por razones cognitivas, viendo el proceso de aprendizaje afectado por razones emocionales.
En este momento, es importante traer a relucir el periodo de tiempo en el que aprendemos nuestra primera lengua. Cuando éramos niños, particularmente a partir de los 18 meses hasta los 7 años, teníamos nuestro cerebro en un nivel de desarrollo optimizado para la obtención del lenguaje, a esto le agregamos el hecho de que no teníamos ningún tipo de presión social que nos impidiera el hablar con un lenguaje limitado, porque claramente existe una expectativa de hablar de esa manera.
Habiendo mencionado lo anterior, podemos rescatar un aspecto importante, a los niños no les importa cómo hablan, simplemente lo hacen, y claramente la mayoría de nosotros hemos sido testigos de su avance constante. Tomando esto como ejemplo, quienes ya somos adultos, podríamos aplicar esa forma de abordar el lenguaje y buscar comunicarnos, aunque no lo hagamos al nivel en el que lo haríamos en nuestra lengua materna. Recordemos que, si tenemos el hábito de continuar hablando y practicando, eventualmente alcanzaremos el nivel que deseamos en un segundo idioma.
Ahora presentamos algunos puntos importantes a tomar en cuenta para poder vencer la presión social y los nervios durante el proceso de aprendizaje de un segundo idioma.
Reconoce que es normal cometer errores al hablar una segunda lengua
Es parte del proceso de aprendizaje. Cometer errores es una parte natural y esperada del proceso de aprendizaje de cualquier habilidad, incluyendo el aprendizaje de un idioma. Recuerda que no se aprende de los aciertos, sino de los errores.
Los errores ofrecen oportunidades de aprendizaje valiosas. Al identificar y corregir errores, puedes mejorar y consolidar tu conocimiento del idioma de manera más efectiva porque se genera una conciencia, lo cual nos regala precisión y por ende, la capacidad de autocorregirnos.
La aceptación de errores ayuda a superar el miedo al ridículo o al fracaso. Este miedo puede ser un obstáculo significativo para muchas personas que aprenden un nuevo idioma.
Una vez que entendemos que los errores son parte del proceso, somos más comprensivos con nosotros mismos. Esto contribuye a construir la confianza necesaria para comunicarte en el nuevo idioma.
Preocuparse demasiado por cometer, o no cometer, errores puede obstaculizar la comunicación. Aceptar los errores y seguir adelante permite una comunicación más efectiva y fluida, además, siempre existe la oportunidad de corregirte.
Aprender a manejar los errores desarrolla resiliencia. La resiliencia es crucial en el aprendizaje de idiomas y en la vida en general, ya que te permite enfrentar desafíos sin desmotivarte. Los errores también pueden surgir debido a diferencias culturales en el uso del lenguaje. Reconocerlos te ayuda a comprender mejor la cultura asociada al idioma.
La mentalidad de mejora continua se fortalece al aceptar errores como oportunidades de crecimiento. En lugar de verlos como fracasos, se consideran pasos hacia el dominio del idioma.
Aceptar que los errores son normales reduce la preocupación asociada con el aprendizaje de un nuevo idioma. La ansiedad puede inhibir el proceso de aprendizaje y la capacidad de comunicación.
Además, la autenticidad en el lenguaje viene con la aceptación de que no siempre serás perfecto. La autenticidad a menudo hace que la comunicación sea más genuina y efectiva.
Practica regularmente
Para comenzar, la práctica regular refuerza y consolida lo que has aprendido. La repetición ayuda a transferir la información del corto plazo al largo plazo. Cabe mencionar que para que haya una consolidación efectiva, es de suma importancia que pongas en práctica y des seguimiento a lo estudiado en clase, de 1 a 3 días después, de esta manera podrás tener mayor certeza de generar un aprendizaje significativo.
La fluidez en un idioma se desarrolla a través de la práctica constante. Cuanto más practiques, más natural se volverá tu expresión y comprensión del inglés. La práctica regular contribuye a la memorización efectiva. Recordar vocabulario y reglas gramaticales se vuelve más fácil con la repetición consistente.
Escuchar regularmente contenido en inglés, como música, podcasts o películas, mejora significativamente las habilidades auditivas y la comprensión oral. Esto nos lleva a que la práctica constante te expone a un rango más amplio de vocabulario. Leer, escuchar y hablar regularmente te ayudará a enriquecer tu repertorio de palabras.
Practicar de manera regular mantiene viva tu motivación e interés por el idioma. La constancia es clave para superar las fases en las que el aprendizaje puede parecer más desafiante. Una vez que reconoces tu avance y tus pequeñas victorias, se genera un estímulo motivante.
Hablar regularmente con hablantes nativos o compañeros de aprendizaje mejora tus habilidades de conversación y tu confianza para comunicarte en diferentes situaciones. La práctica regular te expone a diversos contextos lingüísticos y situaciones comunicativas, preparándote para adaptarte a diferentes entornos donde se hable inglés.
Como mencionamos al inicio, practicar con regularidad te brinda la oportunidad de identificar y corregir errores. Esta retroalimentación es esencial para un aprendizaje efectivo.
La práctica te permite aplicar los conocimientos teóricos que has adquirido en situaciones prácticas. Esta aplicación refuerza la comprensión y facilita la internalización de conceptos.
La práctica regular te acerca más rápidamente a tus objetivos de aprendizaje. La consistencia en la práctica es clave para avanzar de manera efectiva. También crea hábitos positivos, por ende, establecer una rutina diaria o semanal para practicar inglés ayuda a integrar el aprendizaje en tu vida cotidiana.
Incorpora el inglés en tu rutina diaria
Al incluir el inglés en tu día a día, estableces un hábito consistente de práctica. La consistencia es clave para mejorar las habilidades lingüísticas. Integrar el inglés en tu rutina significa que estás expuesto al idioma de manera regular. La inmersión constante es esencial para acostumbrarte a la estructura y al sonido del idioma.
Escuchar y hablar en inglés todos los días mejora tus habilidades auditivas. Esto es crucial para entender diferentes acentos y para acostumbrarte a la velocidad natural del habla. Incorporar el inglés en situaciones diarias te permite contextualizar lo que aprendes en lecciones formales. Esto facilita la aplicación práctica de vocabulario y reglas gramaticales.
Exponerte todos los días a la estructura idiomática del inglés ayuda a internalizar patrones gramaticales y a construir frases de manera natural. Al usar el inglés diariamente, retienes vocabulario de manera más efectiva. La repetición constante en situaciones prácticas refuerza la memoria lingüística, esta pieza es clave para eventualmente pensar en inglés.
Tener una rutina también contribuye a desarrollar hábitos lingüísticos saludables. Esto incluye la lectura regular en inglés, la práctica de la escritura y el consumo de contenido en el idioma. Integrar el inglés en tu rutina te prepara para interacciones cotidianas en entornos de habla inglesa, como conversaciones en el trabajo o en situaciones sociales.
Aplicar lo que aprendes en la vida diaria refuerza la comprensión y la retención de conocimientos. La aplicación práctica es esencial para la transferencia de habilidades del aprendizaje formal a situaciones reales. Integrar el inglés en tu vida crea una mentalidad de mejora continua. Te motiva a buscar constantemente nuevas oportunidades para aprender y practicar.
A medida que incorporas el inglés en diversas actividades, te vuelves más adaptable a diferentes contextos, lo que es esencial para la comunicación efectiva en situaciones variadas.
Cada persona está enfocada en sí misma
Es completamente comprensible sentir nervios al hablar inglés en público, pero es importante recordar que la mayoría de las personas no juzgan de manera negativa la forma en que hablas inglés. Te presentamos algunas razones para comprender por qué la mayoría de la gente no se preocupa por la perfección al escuchar a alguien hablar inglés.
Primero, la mayoría de las personas tiene empatía hacia aquellos que están aprendiendo un segundo idioma. Entienden que es un proceso desafiante y aprecian los esfuerzos para comunicarse en otro idioma. Imagínate tú como te sientes cuanto te topas con algún extranjero que se dirige a ti en tu idioma.
La principal meta al hablar e interactuar es comprender y ser comprendido. Las personas generalmente se centran en el contenido del mensaje más que en la perfección gramatical o pronunciación. Muchas personas han experimentado aprender un segundo idioma o han enfrentado desafíos en su propio proceso de comunicación. Esto les hace más comprensivos y menos críticos. En contextos cotidianos, la gente valora la comunicación efectiva sobre la perfección gramatical. Si puedes expresar tus ideas claramente, eso es lo que más importa.
Además, la mayoría de las personas admira y respeta a aquellos que se esfuerzan por aprender y comunicarse en un segundo idioma. Tu voluntad de intentarlo es algo que suele ser apreciado. En situaciones cotidianas, la gente está más preocupada por el mensaje en sí mismo que por la forma en que se entrega. En entornos informales, la flexibilidad y adaptabilidad suelen ser más valoradas.
La mayoría de las personas está ocupada con sus propias vidas y preocupaciones. La autoconciencia limitada significa que, en general, la gente no presta tanta atención crítica a la forma en que otros hablan.
La comunicación en un segundo idioma a menudo se ve como un puente cultural. La gente tiende a valorar la diversidad cultural y apreciar los intentos de comunicarse en otro idioma.
Utiliza frases simples al principio
Las frases simples son más fáciles de entender para ti y para quienes te escuchan. Al simplificar tu expresión, aumentas la probabilidad de que tu mensaje sea comprendido correctamente. La simplicidad contribuye a la claridad. Evitar frases complicadas ayuda a evitar malentendidos y facilita que los demás sigan tu línea de pensamiento.
Comenzar con frases sencillas te permite construir confianza gradualmente. A medida que te sientes más seguro, puedes introducir estructuras más complejas. Al utilizar frases simples, puedes centrarte en practicar aspectos específicos del idioma, como nuevo vocabulario o estructuras gramaticales. Esto facilita el proceso de aprendizaje.
Al aplicar frases simples, se reduce la probabilidad de cometer errores gramaticales graves. Al perfeccionar las estructuras básicas, estarás más preparado para abordar construcciones más avanzadas. En situaciones de conversación, la simplicidad hace que la interacción sea más fluida. Es más probable que participes en conversaciones y te sientas cómodo haciéndolo.
Las personas tienden a responder mejor cuando la comunicación es clara y directa. Frases simples contribuyen a una comunicación efectiva y positiva. Al utilizar frases sencillas, aumentas la probabilidad de éxito en la comunicación. Esto es especialmente importante mientras desarrollas tus habilidades lingüísticas.
Frases simples son más adaptables en diversas situaciones. Puedes utilizarlas en contextos cotidianos y, a medida que ganas confianza, expandir tu repertorio lingüístico. Simplificar las frases te permite concentrarte en el mensaje que deseas transmitir en lugar de preocuparte demasiado por la gramática y la estructura.
Recuerda que la simplificación no significa limitar tu expresión. Es un paso crucial en el proceso de aprendizaje que te permitirá construir una base sólida para comunicarte de manera efectiva en inglés. A medida que te sientas más cómodo, podrás agregar complejidad a tu expresión gradualmente.
Aprovecha las oportunidades de práctica en todos los entornos posibles, sobre todo en el trabajo o la escuela
La práctica en el entorno laboral o educativo permite aplicar directamente lo aprendido en situaciones del mundo real. Esto refuerza y consolida el conocimiento. Al practicar en el contexto del trabajo o la escuela, te enfrentas a vocabulario y situaciones específicas que son relevantes para tu vida diaria y profesional.
Las oportunidades en el trabajo o la escuela ofrecen interacciones auténticas con hablantes nativos y otros aprendices, lo que mejora tus habilidades de comunicación. La interacción en situaciones reales proporciona una retroalimentación inmediata. Puedes corregir errores y mejorar tu pronunciación y gramática de manera más efectiva.
La práctica del idioma te permite construir relaciones profesionales más sólidas. Puedes conectar con colegas y compañeros de estudios, lo que es beneficioso tanto a nivel personal como profesional. Participar activamente en reuniones, presentaciones o discusiones en inglés en el trabajo o en la escuela mejora tu confianza y habilidades de comunicación.
Las oportunidades de práctica pueden centrarse en habilidades específicas, como la escritura de informes, la presentación de propuestas, la negociación, etc., dependiendo de tu entorno. Estar inmerso en situaciones donde se utiliza el inglés contribuye a una exposición continua al idioma, lo que es esencial para el aprendizaje.
Al practicar en un entorno profesional o educativo, también ganas una comprensión más profunda de las normas culturales y las sutilezas lingüísticas en situaciones específicas. Ver el impacto positivo de tus esfuerzos en situaciones laborales o académicas puede ser una fuente constante de motivación.
Aprovechar las oportunidades de práctica en entornos laborales o educativos no solo mejora tus habilidades lingüísticas, sino que también contribuye a tu desarrollo profesional y personal. Es una estrategia efectiva para integrar el inglés de manera significativa en tu vida cotidiana.
Visualiza tu éxito
Imaginar el éxito te proporciona una meta clara y motivadora. La visualización de tus logros futuros refuerza tu compromiso con el aprendizaje del inglés. También ayuda a mantener un enfoque claro en tus objetivos. Te permite superar posibles obstáculos y mantener la determinación a medida que avanzas en tu estudio.
Visualizar positivamente puede reducir el estrés asociado con el aprendizaje de un nuevo idioma. Imaginarte manejando con éxito situaciones en inglés puede disminuir la ansiedad. Ver imágenes mentales de tu éxito contribuye al desarrollo de la confianza. A medida que visualizas situaciones en las que te comunicas efectivamente en inglés y ganas confianza en tus habilidades.
Tener claro el éxito puede ayudar a crear hábitos positivos, te motiva a mantener una rutina de estudio consistente y a enfrentar desafíos con una mentalidad positiva. La mente y el cuerpo están conectados. Tener la meta en la mente puede mejorar el rendimiento real al preparar mentalmente tu cerebro para situaciones específicas en las que necesitas utilizar el inglés.
Imaginar escenarios exitosos crea un entorno mental positivo, esto puede influir en tu actitud hacia el estudio y tu percepción del aprendizaje del inglés. Lograr ver el éxito a futuro te ayuda a desarrollar una mayor resistencia frente a los desafíos, te permite ver más allá de las dificultades temporales y te impulsa a seguir adelante.
Tener una visión clara y efectiva implica no solo percibir el éxito final, sino también los pasos y las soluciones para superar obstáculos. Esto te ayuda a encontrar caminos prácticos para mejorar. De la misma manera la percepción clara del éxito, refuerza tu creencia en tu capacidad para aprender y dominar el inglés. Esto, a su vez, mejora tu autoeficacia, lo que es fundamental para el éxito académico.
Si encuentras dificultades, la visualización puede ayudarte a transformar una perspectiva negativa en una experiencia de aprendizaje positiva.
En general, visualizar el éxito es una estrategia poderosa que no solo impacta tu rendimiento académico, sino también tu bienestar emocional y mental durante el proceso de aprender inglés. Te ayuda a construir un camino mental hacia el éxito que te impulsa a alcanzar tus objetivos.
Recuerda el motivo por el que estás aprendiendo inglés
Al recordar tu motivo, mantienes una fuente constante de motivación. Esta recordación puede ser algo poderoso de por qué comenzaste este viaje de aprendizaje en primer lugar. Ayuda a mantener el enfoque en tus metas, cada lección, cada práctica, se convierte en un paso tangible hacia tus objetivos cuando tienes presente el motivo detrás de aprender inglés.
Te ayuda a superar los desafíos, cuando te enfrentas a dificultades o te sientes desmotivado, recordar tu motivo te brinda la fuerza necesaria para superar obstáculos. Establece una conexión emocional con el proceso de aprendizaje. La emoción asociada con tu motivo actúa como un impulso adicional, haciendo que el aprendizaje sea más significativo y valioso para ti.
Tener en mente tu motivo cultiva la persistencia y la resiliencia. Te ayuda a mantener una actitud positiva y a seguir adelante incluso cuando el camino se vuelve desafiante. Cada pequeño paso se convierte en una victoria personal cuando está alineado con tu motivo. Esto refuerza una sensación de progreso y contribuye a tu satisfacción personal.
Saber por qué estás aprendiendo crea un mayor compromiso. Te impulsa a dedicar tiempo y esfuerzo de forma consistente porque entiendes la importancia de tus esfuerzos. Te ayuda a centrarte en la aplicación práctica del idioma. Al recordar tu motivación, tiendes a buscar situaciones y contextos en los que puedas aplicar lo que aprendes, lo que acelera tu progreso.
Forma parte de tu historia personal. El aprendizaje del inglés se convierte en una parte integral de tu viaje personal y tus logros, lo que aporta un sentido de identidad y orgullo. Mantener el motivo en la cabeza te hace consciente del impacto a futuro. Puedes visualizar cómo el dominio del inglés abrirá puertas y te proporcionará oportunidades en el futuro.
La conexión emocional y la relevancia personal de tu motivo pueden mejorar la retención de la información. La información que tiene un significado personal tiende a quedarse contigo por más tiempo. Al final, recordar por qué estás aprendiendo inglés agrega significado y propósito a tu viaje de aprendizaje. Es el motor que impulsa tu esfuerzo diario y te ayuda a superar los desafíos con una perspectiva positiva.
Conclusiones
Superar los nervios al hablar inglés en público durante el proceso de aprendizaje requiere una combinación de estrategias y enfoques psicológicos. En primer lugar, es esencial reconocer que cometer errores al hablar una segunda lengua es completamente normal y parte integral del aprendizaje. Esto elimina parte de la presión y permite un ambiente más relajado.
La práctica regular es clave para ganar confianza. Incorporar el inglés en la rutina diaria crea una exposición constante, mejorando la familiaridad con el idioma. Al hablar en público, es fundamental recordar que cada persona está más enfocada en sí misma que en los demás, lo que alivia la preocupación por el juicio externo.
Comenzar con frases simples proporciona una base sólida y evita sentirse abrumado. Aprovechar oportunidades de práctica en todos los entornos posibles, especialmente en el trabajo o la escuela, ofrece situaciones prácticas y reales para mejorar las habilidades comunicativas.
La visualización del éxito es una técnica poderosa. Imaginar situaciones en las que te comunicas eficazmente en inglés refuerza la confianza. Además, recordar el motivo detrás del aprendizaje, ya sea para avanzar profesionalmente, viajar o cualquier otra razón personal, proporciona un propósito claro y un impulso constante.
Prof. Rodrigo Zapién