Quiero aprender un nuevo idioma ¿Cómo debo empezar?
Introducción
Establezcamos el hecho de aprender un segundo idioma es un desafío titánico. Sobre todo, tomando en cuenta que nos ha costado mucho trabajo y esfuerzo aprender el que ya tenemos de manera nativa, porque en realidad, no hemos dejado de aprenderlo, y seguramente, no dejaremos de aprenderlo a lo largo de toda la vida.
Una vez dicho lo anterior, también dejemos en claro que sí se puede aprender una segunda lengua en nuestra edad adulta, y se puede aprender bien. Cuando dejamos en claro que no será fácil, podemos hacer ese hecho al lado y enfocarnos en la meta para que avancemos.
El primer paso que debemos dar (por más obvio y lógico que sea) es iniciar. ¿Por qué hago énfasis en este punto? Simple y sencillamente porque en la mayoría de los casos es el paso más difícil de dar. Anímate, y los resultados serán sorprendentes.
Presentemos los siguientes aspectos a tomar en cuenta para poder dar un inicio sólido a tu proceso de aprendizaje de un segundo idioma.
Establecer metas claras
Define qué quieres lograr al aprender el idioma. Ya sea para viajar, trabajar, estudiar o por interés personal, tener metas claras te ayudará a mantenerte motivado y enfocado. Establece metas y objetivos claros para dirigir tus esfuerzos hacia lo que realmente deseas lograr.
Establece metas específicas, las cuales deben ser lo más claras y específicas posible. En lugar de decir "quiero aprender inglés", podrías decir "quiero ser capaz de sostener una conversación en inglés en un año".
Metas medibles. Debes poder medir tu progreso hacia tus metas. Esto te permite tener tu avance claro y ajustar tu enfoque si es necesario. Por ejemplo, podrías establecer un objetivo de aprender 1 expresión nuevas en inglés diariamente.
Recuerda que tus metas deben ser realistas y alcanzables en función de tus habilidades, recursos y circunstancias. Es importante establecer objetivos desafiantes pero alcanzables para mantenerte motivado. Busca consumir contenido en inglés durante un horario que puedas asignar y mantener. Inscríbete a un curso de inglés que esté dentro de tu presupuesto y mantente en él hasta que logres el avance que buscas.
Las metas deben ser relevantes y significativas para ti, deben alinearse con tus valores, intereses y aspiraciones personales. Esto te ayudará a mantenerte comprometido a medida que trabajas para alcanzar tus objetivos. Recuerda que todo debe llevarte en un camino que tú ya estableciste previo a tener esta meta en particular.
Define un plazo para tus metas. Todo para tener un sentido de urgencia y que te ayude a mantener el enfoque en tus objetivos. Por ejemplo, podrías establecer la meta de mejorar tu habilidad para entender el inglés hablado en seis meses.
Regularmente revisa tu progreso hacia tus metas para tener claramente presente tus logros. Recuerda que es de suma importancia también estar consciente de tus pequeñas victorias, estas muchas veces funcionan como motivadores para continuar avanzando y esforzándote. Celebra tus logros y reconoce las áreas en las que aún necesitas trabajar.
Ten flexibilidad y disposición para ajustar tus metas y enfoque según sea necesario y conforme a tu avance. La vida tiende a presentar imprevistos, y es importante adaptarse a medida que surgen nuevos desafíos. Conforme avances tus circunstancias irán avanzando también.
Mantén una actitud positiva y perseverante cuando enfrentes obstáculos. Recuerda por qué estableciste tus metas y mantén la determinación para alcanzarlas. El cambio es inevitable, pero el avance no, este último lo determinas tú, y mucho de ello dependerá de la mentalidad con la que lo abordes.
Busca el apoyo de amigos, familiares o mentores que puedan ayudarte a mantenerte enfocado y motivado. Compartir tus metas con otros puede brindarte un sistema de apoyo adicional. Tu círculo de personas importantes para ti, influyen en tu vida, recuerda que debes buscar que te ayuden a seguir avanzando.
Sumérgete en el idioma
No me cansaré de hacer esta valiosa recomendación. Busca continua y constantemente exponerte al idioma tanto como sea posible. Consume contenido audiovisual, escucha podcasts, lee libros, lee artículos en el idioma que estás aprendiendo, todo ayuda. Cuanta más exposición tengas, más familiarizado te volverás con el idioma. En todos los idiomas hay expresiones que no te enseñan en un libro, eso solo lo aprendes con la exposición y la aplicación en situaciones reales.
Podemos extendernos indefinidamente en este punto, pero nos mantendremos con algunos aspectos importantes para poder trabajarlo de manera inmediata.
Comencemos hablando del hecho de que estar inmerso en un entorno donde se habla el idioma que estás aprendiendo te expone constantemente a la lengua en situaciones cotidianas, ayudándonos a aplicar lo que aprendimos, además de que nos ayuda a absorber información de manera directa, y no solo a ser receptores del idioma, sino a ser emisores también.
Al sumergirte en el idioma, tienes la oportunidad de aprender el idioma en su contexto cultural y social, aspecto que carecen en gran parte los libros y los cursos tradicionales de cualquier idioma. Aprendes no solo las palabras y las reglas gramaticales, sino también las expresiones idiomáticas, las costumbres y las normas sociales asociadas con el idioma. Esto a su vez nos permite congeniar con la gente que interactuamos.
La inmersión también te brinda la oportunidad de practicar activamente el idioma en situaciones reales. Puedes participar en conversaciones, esclarecer dudas, solicitar información y recibirla, realizar transacciones en el idioma objetivo, entre otras tantas cosas. Eso te ayuda a mejorar tus habilidades de comunicación.
Al escuchar constantemente el idioma hablado por parlantes nativos, mejoras tus habilidades auditivas y tu capacidad para entender el idioma en diferentes acentos, velocidades y pronunciaciones.
Sumergirte en el idioma te obliga a salir de tu zona de confort y a comunicarte en situaciones nuevas y desconocidas, dando como resultado un inevitable desarrollo del conocimiento del idioma objetivo. Con el tiempo, ganas confianza en tus habilidades lingüísticas y te sientes más cómodo usando el idioma en diversas situaciones.
La inmersión en el idioma tiende a lograr que el proceso de aprendizaje sea con mayor velocidad, ya que estás expuesto al idioma de manera constante y en distintos contextos. Esto puede ayudarte a adquirir nuevas habilidades lingüísticas más rápidamente que si solo estuvieras estudiando el idioma de manera pasiva.
Practica regularmente
La práctica constante y la repetición es clave para mejorar. Dedica tiempo todos los días para estudiar y practicar el idioma. Tienes fuentes infinitas en el internet de medios audiovisuales, aplicaciones, libros electrónicos de ejercicios, clases en línea o comunidades virtuales con hablantes nativos.
La práctica constante ayuda a mejorar todas las habilidades necesarias para dominar un idioma, la comprensión auditiva, expresión oral, la habilidad lectora y la escritura. Al practicar lo que has aprendido, refuerzas y consolidas los conocimientos adquiridos en tus sesiones de estudio. La repetición y la aplicación práctica son clave para retener la información a largo plazo.
La práctica regular también te ayuda a desarrollar fluidez en el idioma, lo que significa que puedes comunicarte de manera más rápida y natural sin tener que pensar demasiado en cada palabra o frase, inclusive, esto te ayuda a dejar de traducir y perder tiempo e invertir valioso esfuerzo mental.
Practicar te brinda la oportunidad de identificar y autocorregirte. Generalmente, cuando practicas con hablantes nativos, recibes retroalimentación sobre tu pronunciación, gramática o vocabulario, con esto puedes mejorar y perfeccionar tus habilidades lingüísticas de manera inmediata.
La práctica te expone a una variedad de situaciones y contextos en los que puedes necesitar usar el idioma, lo que te ayuda a adaptarte y desenvolverte en diferentes entornos.
Recuerda que cuanto más practiques, más confianza ganarás en tu capacidad para comunicarte en el idioma. La confianza es fundamental para superar la timidez o el miedo al hablar en público y para enfrentar nuevos desafíos, sobre todo lingüísticos.
La práctica te prepara para situaciones reales en las que necesitarás utilizar el idioma, ya sea en el trabajo o en interacciones sociales. Cuanto más practiques, más preparado estarás para enfrentarte a estas situaciones. Las situaciones más complejas de comprender tienden a ser las sociales, por ende, es importante exponerte a ellas lo más posible.
Permítete comete errores… no hay problema
Cometer errores es parte vital del proceso de aprendizaje. No tengas miedo de equivocarte al hablar o escribir en el nuevo idioma. Como ya lo he mencionado antes, el aprendizaje llega mayormente de los “errores” no de los aciertos.
Cometer errores es una parte inherente del proceso de aprendizaje. Al enfrentarse a errores, los estudiantes tienen la oportunidad de identificar áreas de mejora y fortalecer sus habilidades. Los errores ofrecen oportunidades de aprendizaje valiosas. Al identificar y corregir errores, los estudiantes pueden comprender mejor las reglas gramaticales, la pronunciación y el vocabulario del idioma.
Los errores pueden ayudar en la memorización y retención del material. Los errores cometidos y corregidos tienden a permanecer en la memoria de manera más efectiva, eso sucede en gran parte porque los errores están ligados a una experiencia que impacta, y estas de manera natural, tienden a almacenarse de inmediato en la memoria a largo plazo.
Aprender a aceptar y corregir errores contribuye al desarrollo de la autoconfianza. Al darse cuenta de que los errores son parte del proceso de aprendizaje y no indicativos de fracaso, los estudiantes pueden sentirse más seguros al enfrentarse a nuevos desafíos lingüísticos. Una vez que se llega a este punto, el proceso de aprendizaje comienza a fluir.
Cometer errores puede aumentar la conciencia gramatical de los estudiantes, haciéndolos más conscientes de las estructuras, la pronunciación y el uso del vocabulario en el idioma objetivo sin depender de una lección.
Aceptar y corregir errores puede ayudar a superar obstáculos emocionales asociados con el aprendizaje de un segundo idioma, como el miedo al ridículo o al fracaso. Al aprender a manejar los errores de manera positiva, los estudiantes pueden reducir la ansiedad y aumentar su motivación para seguir aprendiendo.
Practicar con hablantes nativos
Esto de entrada suena muy difícil, pero en realidad no lo es. En nuestro tiempo, tenemos a nuestra disposición la tecnología de poder hablar con personas de prácticamente cualquier país, por lo tanto, con personas que hablen cualquier idioma, todo en la palma de nuestra mano. Hay una gran cantidad de espacios en el internet en el que podemos hacer intercambios de idiomas, por ende, opciones hay. Aquí algunas razones importantes de por qué debemos encontrar con quien practicar nuestro idioma objetivo.
Los hablantes nativos proporcionan una exposición auténtica a la pronunciación y entonación natural del idioma. Escuchar e interactuar con parlantes nativos ayuda a familiarizarse con los sonidos del idioma y a mejorar su comprensión auditiva. Esto es de suma importancia porque un idioma que buscamos aprender generalmente tiene sonidos que no existen en tu idioma, y en papel eso no se transmite, solo lo obtienes por medio de la exposición a sonidos nativos.
Los hablantes nativos pueden corregir de manera efectiva los errores gramaticales, de pronunciación y de uso del vocabulario. Esta retroalimentación directa y específica es invaluable para mejorar las habilidades lingüísticas y evitar la internalización de errores. Para esto, recuerda que debes buscar no tener sentimientos de vergüenza porque alguien te corrige, tómalo como una ayuda muy valiosa.
Aquellos que hablan el idioma en cuestión de manera nativa pueden enseñar el uso del lenguaje coloquial y las expresiones idiomáticas que no suelen enseñarse en espacios académicos. Además, proporcionan información sobre la cultura y las normas sociales asociadas con el idioma, lo que enriquece la comprensión general del idioma.
La práctica con parlantes nativos ofrece una oportunidad para practicar habilidades de conversación en un ambiente real. Esta interacción ayuda a mejorar la fluidez, la confianza y la capacidad para comunicarse de manera efectiva en situaciones cotidianas.
La interacción con hablantes nativos permite adquirir vocabulario nuevo y aprender modismos y expresiones idiomáticas en contexto. Esta exposición directa a la lengua en uso real facilita la comprensión y la retención del nuevo vocabulario.
Practicar con hablantes nativos también ayuda a los estudiantes a desarrollar una comprensión más profunda de la cultura y las costumbres asociadas con el idioma. Esta comprensión cultural es crucial para una comunicación efectiva y para evitar malentendidos en interacciones interculturales.
Esto nos lleva al siguiente punto…
Utiliza la tecnología
La tecnología puede jugar un papel fundamental en el proceso de aprendizaje de un segundo idioma al proporcionar una serie de herramientas y recursos que facilitan la práctica, la instrucción y la inmersión en el idioma. A continuación, te presentamos algunas buenas opciones tecnológicas que pueden ayudar en tu proceso de aprendizaje.
Existen numerosas aplicaciones móviles y plataformas en línea diseñadas específicamente para el aprendizaje de idiomas. Estas aplicaciones ofrecen lecciones interactivas, juegos, ejercicios de vocabulario y actividades de gramática que permiten a los estudiantes practicar en cualquier momento y en cualquier lugar.
Los programas de enseñanza en línea ofrecen cursos completos de idiomas impartidos por instructores calificados. Estos cursos suelen incluir lecciones en video, ejercicios prácticos, evaluaciones y retroalimentación personalizada, lo que permite a los estudiantes aprender a su propio ritmo y recibir orientación individualizada.
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La tecnología permite el acceso a una amplia gama (prácticamente infinita) de recursos multimedia, como videos, podcasts, audiolibros y programas de televisión en el idioma objetivo. Estos recursos ofrecen exposición auditiva y visual al idioma en contexto auténtico, lo que ayuda a mejorar la comprensión auditiva, la pronunciación y el vocabulario.
Existen plataformas en línea conectan a estudiantes con tutores nativos del idioma objetivo para sesiones de tutoría personalizadas a través de videoconferencia. Además, facilitan intercambios de idiomas virtuales donde los estudiantes pueden practicar con hablantes nativos en un entorno de intercambio mutuo.
Las redes sociales y las comunidades en línea ofrecen oportunidades para interactuar y practicar con hablantes nativos y otros estudiantes de idiomas. Participar en grupos de conversación, foros de discusión y redes sociales en el idioma objetivo fomenta la práctica y el intercambio cultural.
Sumérgete en la cultura
En gran parte, la forma en que pensamos está influenciada por el idioma que hablamos, y a su vez, el idioma que hablamos está cargado de aspectos culturales. En un todo, es un proceso cíclico de enriquecimiento autoalimentado, por eso conocer la cultura de nuestro idioma objetivo, nos da un gran empuje hacia la comprensión de este.
Como mencionamos, la cultura está intrínsecamente vinculada al idioma. Al sumergirse en la cultura de un idioma, se comprenden mejor las expresiones coloquiales, las costumbres sociales y las normas de comunicación. Esto proporciona un contexto más rico y significativo para el aprendizaje del idioma.
Entender la cultura de un idioma permite comprender mejor las actitudes, valores y creencias de los hablantes nativos. Esto es crucial para una comunicación efectiva, ya que ayuda a evitar malentendidos culturales y a adaptar el lenguaje y el comportamiento de manera apropiada. Generalmente, las primeras impresiones de una nueva cultura nos generan un impacto por motivo de la incomprensión cultural. Al permitirnos comprender la cultura, podemos fluir más y desarrollar más efectivamente el aprendizaje del idioma.
Sumergirse en la cultura del idioma objetivo brinda oportunidades para practicar y mejorar las habilidades comunicativas en situaciones reales. Interactuar con hablantes nativos y participar en actividades culturales, como festivales, eventos sociales y reuniones, permite aplicar lo aprendido en contextos auténticos.
Al sumergirse en la cultura de un idioma, se tiene la oportunidad de escuchar y practicar la pronunciación y la entonación del idioma de manera natural. Esto contribuye a mejorar la fluidez y la naturalidad en la comunicación oral, además de que nos ayuda a desarrollar los sonidos necesarios pertenecientes al idioma que estamos aprendiendo.
Involucrarse en la cultura de un idioma permite desarrollar una mayor apreciación y respeto por la diversidad cultural. Se aprende a valorar las diferencias culturales y a reconocer la importancia de la interculturalidad en el mundo.
Ten paciencia y persevera
Aprender un segundo idioma es un proceso gradual que requiere tiempo y dedicación. No se puede dominar un idioma de la noche a la mañana. Es importante entender que el progreso puede ser lento y que cada paso es parte del camino hacia la fluidez.
Durante el proceso de aprendizaje, es común enfrentarse a obstáculos como la dificultad para recordar vocabulario, la comprensión de reglas gramaticales distintas a las de nuestro idioma o la timidez al hablar frente a otros. La paciencia y la perseverancia ayudan a superar estos desafíos y a seguir adelante.
De nuevo, cometer errores es una parte natural y necesaria del proceso de aprendizaje de un idioma. En lugar de desanimarse por los errores, es importante verlos como oportunidades y verdaderos momentos de aprendizaje. La paciencia y la perseverancia permiten aprender de los errores y mejorar constantemente.
La paciencia y la perseverancia son fundamentales para mantener la motivación a lo largo del proceso de aprendizaje. A medida que enfrentas desafíos y obstáculos, la capacidad de perseverar te ayuda a mantener el impulso y el interés en alcanzar tus objetivos lingüísticos.
A pesar de los desafíos y las dificultades, aprender un segundo idioma es una inversión que trae consigo numerosos beneficios y satisfacciones a largo plazo, como nuevas oportunidades laborales, conexiones interculturales y una mayor apertura mental. La paciencia y la perseverancia son necesarias para alcanzar estas recompensas a largo plazo.
Prof. Rodrigo Zapién