Razones para aprender inglés en el mundo laboral actual
A lo largo de mi carrera de más de dos décadas como docente del idioma inglés, me he topado con distintas razones para aprender inglés de parte de mis estudiantes, y las razones varían mucho, me han dicho cosas como “ligarse a un/a extranjero/a”, “vivir en otro país”, “ir a estudiar a Estados Unidos”, “entenderle a mis suegros”, etcétera; pero ha habido una serie de razones que han predominado por encima de las demás, y en ellas nos enfocaremos. A continuación, presento estas razones, lo que hay detrás de ellas, las consecuencias de no aprender inglés y los resultados al sí aprenderlo.
Oportunidades laborales
Solo para poner en contexto, de acuerdo a una encuesta realizada por Cambridge English, a más de 5,300 empleadores en 38 países, más del 95% de ellos requieren algún tipo de conocimiento del idioma inglés; para ser más específicos, tenemos las siguientes cifras:
• El 7% requiere hablantes nativos.
• El 49% requiere hablantes avanzados.
• El 33% requiere hablantes intermedios.
• El 8% requiere hablantes básicos.
Eso significa que aproximadamente el 3% no requiere que sus empleados hablen inglés, y por experiencia les comento que generalmente esos trabajos no pagan muy bien y hay una repercusión directa en los ingresos de los empleados.
Como resultado de los puntos anteriores, una buena razón para tomar en cuenta el alto requerimiento de hablar inglés, es la relación directa que hay con los clientes angloparlantes en cualquier ramo que trabaje la empresa. En muchos casos, los clientes se encuentran en países que solo hablan inglés, por lo que ellos tienen un nivel limitado del idioma nativo de uno, en este caso, siendo español.
Al establecer comunicación con clientes angloparlantes, la naturaleza del trabajo nos exige tener un conocimiento no solo del inglés "genérico", sino de un lenguaje comercial que generalmente se obtiene por medio de la interacción constante con un ambiente laboral correspondiente al área en cuestión.
Lo anterior representa tanto un desafío como una ventaja. El desafío radica en que puede existir una falta de convencionalidad en la naturaleza de la conversación, esto es, se sale de una conversación casual, común y corriente. Por otra parte, puede ser una ventaja porque al estar en un ambiente laboral, muchos términos se presentan en inglés de manera habitual, aunque el lenguaje que se hable comúnmente sea el español.
Una ventaja clara es la capacidad de movilidad internacional, eso significa que incrementa tu capacidad de poder laborar en una empresa a nivel multi-nacional y navegar dentro de ella con relativa facilidad. En definitiva, te representa una capacidad adicional, porque tan solo el hablar inglés, es una habilidad que la mayoría no tiene.
Caso hipotético… aunque muy real
Ubiquémonos en un escenario hipotético y sencillo. Eres un profesionista con más de diez años de experiencia profesional, buscas ascender a un puesto en el que te representa un ingreso mayor, mejores prestaciones y aunque son más responsabilidades, tienes más libertades; en pocas palabras, es un claro avance laboral/profesional. Pero existe un problema, no hablas inglés y el puesto al que buscas ascender, requiere de un contacto directo con clientes y proveedores angloparlantes.
Después de años de indecisión por aprender inglés, y ya sintiéndote hundido hasta el cuello, tomas una decisión al calor y buscas dónde aprender inglés, encuentras una opción económica que te promete hablarlo en pocos meses… error… ahí inviertes unos seis meses y no ves un avance claro en tu aprendizaje. En este punto, ya invertiste tiempo valioso y unos cuantos miles de pesos. Buscas una segunda opción que no es tan económica, pero las reseñas indican que puede haber un resultado mejor. Tomas esa opción y por fin sientes un avance más claro.
Sin embargo, tus jefes requieren llenar el puesto al que tú le tirabas y deciden buscar opciones fuera de la empresa ya que no hay candidatos “aptos” para el puesto de manera interna. Batallan para dar con el candidato “ideal”, pero cuando por fin dan con él, es un joven en sus tempranos veintes, con muy poca experiencia, recién egresado de una carrera relativamente afín, pero con un inglés impecable que le permite navegar entre gringos como si fuera uno de ellos.
Se convierte esto en un golpe directo al ego, y por lo tanto, a la autoestima. ¿Qué haces en esos casos? Lo ideal es seguir con tu camino de aprendizaje para que no vuelva a suceder y tengas mejor preparación, aunque conforme pasa el tiempo, la cantidad de oportunidades se va reduciendo. La lección es actuar pronto y mantener la constancia. Se lee muy simple, y lo es, solo que la ejecución suele ser complicada.
Competitividad en el mercado
A la fecha en que se escribe este artículo, más del 67% de la población mundial está conectada al internet, y a su vez, más del 90% de los países considerados de “primer mundo” están interconectados a la supercarretera de la información. La mayoría de las empresas que tienen algún tipo de comercio que cruza una frontera aprovecha al máximo este recurso de información.
Lo anteriormente dicho, incrementa los alcances de cualquier tipo de emprendimiento, por muy mínimo que sea. Gracias al alcance de bajo costo que se tiene a partir de la primera cuarta parte del siglo XXI, se han abierto una infinidad de posibilidades para el comercio internacional, permitiendo el traslado de bienes materiales desde un rincón del planeta a otro con una facilidad nunca antes vista. Y no solo productos, sino servicios de todo tipo ofrecidos a la distancia.
Pero ¿qué sucede entre dos países que hablan idiomas distintos? ¿cómo se comunican? Para ello, existe el concepto de la lengua franca, esto es, el idioma que se utiliza para comunicarse entre dos personas que no tienen la misma lengua materna. Por ejemplo, se tratan de comunicar una persona de origen austriaco y otra de origen italiano. El austriaco no habla italiano, y el italiano no habla alemán, pero ambos hablan español, por ende, se comunican como hispanoparlantes, estableciendo el español como lengua franca.
Ahora que hemos establecido este concepto, podemos mencionar que la lengua franca más grande que existe en el mundo es nada más, ni nada menos que el inglés. En la actualidad, el inglés es utilizado por 67 países como lengua franca. Tomemos en cuenta que aproximadamente 400 millones de personas hablan inglés de manera nativa, y aproximadamente 1,080 millones de personas más lo hablan como idioma adicional al propio. Sumando ambas cantidades, estamos hablando de casi 1,500 millones de personas con las que te puedes comunicar al tener la habilidad de hablar inglés.
Si una empresa busca crecer, tiende a buscar que sus empleados sean competentes en áreas específicas, estas pueden variar entre industrias, sin embargo, una de las que están presentes en prácticamente todas, es la comunicación, y esta debe ser en todos los niveles, dentro y fuera de la empresa, sobre todo al momento de establecer conexiones con empresas fuera del país. Al momento en el que un trabajador se enfrenta al mundo laboral en otro idioma, se tiene que hacer notar que la comunicación debe ser integral, esto significa está uno obligado a dominar las cuatro habilidades del lenguaje: hablar, escuchar, leer y escribir; y en todas, se debe lograr tener un conocimiento profesional y casual.
Fuentes de información y tecnología
Comencemos este punto con el hecho de que hasta septiembre de 2023, el idioma inglés ocupa 55% del internet, y el segundo lugar, siendo el español, no le pisa ni los talones con tan solo un 5%. Tomemos en cuenta que esta diferencia abismal pone en perspectiva mucho acerca de la necesidad real que tenemos de conocer el idioma inglés para tener un alcance significativo por medio de la tecnología de la información.
Aunque el porcentaje del inglés en el internet es alto a comparación de los demás idiomas, la realidad es que no sorprende, porque otra cifra aún más impresionante, indica que el 95% de las publicaciones científicas son en inglés, y tan solo el 1% están en español o portugués. Si eres un profesionista en prácticamente cualquier ámbito, te toparás con que la mayoría de las fuentes de información son en inglés, ya sean bibliográficas, infográficas, de noticias, tecnológicas o prácticamente cualquier otro medio.
A nota personal, cuando yo estudiaba la carrera en ingeniería en ciencias computacionales, tenía algunos compañeros que batallaban mucho con la tareas, sobre todo cuando eran de investigación, algunos de ellos desistieron después de un par de semestres, y me atrevo a decir que una de las razones, fue la limitante del idioma. A parte de que a principios de los dos miles, las herramientas de traducción en línea eran prácticamente inexistentes, y quienes no hablaban inglés se limitaban a traducir por medio de un diccionario de bolsillo palabra por palabra.
Ahora, en 2024, a pesar de tener muchas opciones de traducción simultánea, la comunicación a nivel humano no deja de ser importante, y la buscamos de manera natural. En uno de los párrafos anteriores menciono que hablar inglés de manera profesional y de manera casual son de suma importancia, tanto una como la otra. Las razones radican en que en el trabajo debemos mantener una comunicación profesional y asertiva en todo momento, de manera verbal y escrita. Por otra parte, se dice que los grandes negocios se cierran en el bar o en el restaurante, ahí entra la importancia del lenguaje casual.
Relaciones interpersonales en el ámbito profesional
He tenido la fortuna de trabajar en distintas áreas relacionadas con los negocios en varias industrias. Por casi diez años me desempeñé en la industria de la recopilación de datos para estudios de mercados cuantitativos, o bien, encuestas masivas por teléfono. Encontrar clientes para este tipo de mercado es similar a encontrar una aguja en un pajar, y a decir verdad, aunque no fui muy exitoso en este periodo, logré establecer alguno que otro cliente importante gracias al empatía humana, relajada y casual. Cabe mencionar que todo lo hacía en inglés.
Esta experiencia me dejó la valiosa enseñanza de reconocer que los mejores clientes se lograron durante una plática informal, aunque la parte profesional y asertiva se hace presente inmediatamente después de cerrar el negocio. Durante la plática previa a cerrar el trato, siempre se habla de la familia, de los pasatiempos, de los gustos, se cuentan chistes, etc., pero una vez que eso sucede, se cambia uno el sombrero de amigo/vendedor/publirrelacionista, por uno de profesionista. Cabe mencionar… ¡de nuevo!... todo esto lo hacía en inglés.
Gracias a mi conocimiento en el idioma, pude conectar con gente que existía completamente fuera de mi entorno, porque al final de cuentas, conectas con otros humanos y por el hecho de que no se parezcan a nosotros y no hablen nuestro idioma, tendemos a separarlos de nosotros y categorizarlos con una etiqueta distinta a la nuestra. Una vez que te das cuenta que somos sumamente similares, es establece la conexión. Todo esto gracias a que tenía la enorme fortuna de hablar inglés, este siendo solamente un canal de comunicación, porque todo lo demás, lo que realmente importaba, ya estaba ahí.
La barrera del idioma es clara, es dura y nos ciega, nos impide ver a otras personas y por eso nos representa un obstáculo para el crecimiento y desarrollo integral.
Actualización y tendencias de la industria y del mercado
Retomando un poco el tema de las fuentes de información, siendo un poco más específicos, como ya lo mencionamos, el 95% de las publicaciones científicas son en inglés. Esto trae como resultado el que cualquier desarrollo en cualquier industria será presentado en inglés, y si uno como profesional/profesionista tiene una necesidad, debe uno actualizarse de manera constante, de lo contrario tu mentalidad, tu trabajo, tu proceder, entre otras cosas, se convertirá en algo obsoleto.
Si solamente conoces el idioma español, tu alcance será considerablemente reducido. Aquí viene un argumento que se presenta ante una situación de esta naturaleza; existen ya muchas opciones de traducción de texto de manera inmediata, por lo que un artículo o publicación puede ser fácilmente accesible para una persona monolingüe. Esto es verdad, y qué bueno que podamos aprovecharnos de estas herramientas, sin embargo, si buscamos congresos, talleres, diplomados, cursos, etc., las mejores opciones siempre buscarán llegar a un mayor público, y por eso serán en inglés.
Tomando en cuenta este último punto, es importante mencionar que en unos días (a la fecha en que se publica este artículo) habrá un congreso internacional de creadores de contenido en la Ciudad de México, y la mayor parte del evento se llevará a cabo en inglés, aunque sea en la ciudad más grande del país con más hispanoparlantes del mundo. Con esto regresamos al punto inicial, la razón por la que un evento internacional de esta índole hace este tipo de evento en inglés, es simplemente porque en este idioma hay un alcance contundentemente mayor.
Comprensión y análisis de distintos tipos de fuentes
Al momento en el que se logra aprender un segundo idioma, automáticamente nuestra forma de pensar se ve afectada. Tan solo con el hecho de presentar un enunciado de una manera distinta al de nuestra lengua materna, nos representa el formular una idea con un orden distinto, esto significa cambiar la forma en la que construimos nuestra estructura de comunicación.
Lo que sucede en nuestro cerebro en este momento es sumamente complejo, pero después de la repetición y práctica constante, se vuelve natural. Tomemos en cuenta que ya de manera natural, podemos hacer tareas de complejidad elevada, que por el hecho de hacerlo diario pensamos que son fáciles. Simplemente el caminar hace que nuestro cerebro coordine más de 100 músculos y 200 ligamentos en cada pierna. Es impresionante darnos cuenta que podemos hacer todo esto sin pensar, pero traigamos a la mente cuando hemos tenido la fortuna de ver a un infante comenzar su proceso de aprender a caminar. He ahí la prueba de que podemos lograr hacer tareas altamente complejas sin pensarlo mucho.
Podemos hablar de lo mismo cuando desarrollamos la habilidad de la comunicación verbal. Hablar es muy complejo, el proceso está repleto de un sinfín de subprocesos mentales sucediendo de manera simultánea, y a veces lograr esto en otro idioma parece una tarea imposible. Si nosotros nos creamos el hábito de repetir y practicar en un entorno adecuado, aprenderemos cualquier idioma adicional al nuestro. Una vez que esto se logra podemos ver estas diferencias sutiles pero significativas. Aquí un ejemplo simple que engloba un cambio de percepción:
En español tenemos género para las cosas inertes. Por ejemplo, “el automóvil”. Al tener el pronombre “el” lo colocamos en una categoría de género masculino, por lo tanto, de manera inconsciente le proporcionamos características masculinas a este tipo de vehículo.
A diferencia del punto anterior, en inglés no existen los géneros para el pronombre utilizado en cosas. Este pronombre es el “it”, este es un pronombre de género neutro, y que por sí solo no tiene una traducción directa y equivalente al español, pero lo podemos interpretar como “eso” (el cual no es un pronombre como tal).
Retomando el ejemplo de “el automóvil”, en inglés sería “the car”, que “the” es un artículo que se puede utilizar (de manera equivalente, pero no completamente igual) para decir “el, la, lo, los, las”, entonces podemos escuchar comúnmente a la gente decir frases como:
• “The car is great, I love it” ← “El/La carro es genial, lo/la amo” → En español no sabemos a cuál género se refiere porque el pronombre “it” es neutro, y también el “The” en inglés es neutro, entonces para ellos el género en esta frase es inexistente. En español automáticamente lo colocamos como “El” porque sabemos que “carro” es masculino.
Esto da la libertad a que en ciertos lugares del mundo angloparlante le pongan el género que ellos quieran, porque dada la naturaleza del género neutro, pueden elegir el que sea a su consideración. He presenciado a gente usar frases como:
• “The car isn’t working, we need to fix her” ← "El carro no está funcionando, la tenemos que reparar" → En efecto, en inglés dijeron “her”, que en este caso se puede traducir como “ella/la”, en género femenino. Eso sucede porque en esa región en particular, se refieren a los autos bajo un contexto femenino.
Todo lo mencionado en los párrafos de este punto es para llevarnos a la situación en la que podamos comprender que al pensar en un idioma distinto, desarrollamos la capacidad de percibir muchas cosas de manera muy distinta a la que estábamos acostumbrados, y esa es una clara ventaja para la comprensión en general, en otras palabras, se desarrolla un superpoder.
Conclusiones
Como hispanoparlantes tenemos varios retos cuando pertenecemos al mundo laboral. Estos retos los presento de la siguiente manera:
1. Laboralmente, entre menos conozcamos el idioma inglés, menor es nuestra capacidad de crecimiento profesional dado a que más de la mitad de las empresas requieren habar este idioma de manera avanzada o nativa.
2. Al no hablar inglés, corremos el riesgo de toparnos con un límite de crecimiento en nuestro lugar de trabajo.
3. Somos altamente competitivos al hablar inglés, porque la mayor parte de las empresas de talla internacional, están conectadas al internet, motivo por el cual hay una alta interconectividad mundial.
4. Es importante aprender inglés porque muchos países que no lo tienen como lengua oficial se comunican con otros por medio de este, aunque el otro país tampoco lo hable de manera nativa.
5. Las fuentes de información más importantes del mundo se hacen presentes en inglés para tener un mayor alcance a su audiencia.
6. El inglés casual es tan importante como el profesional porque en el mundo laboral las relaciones interpersonales son vitales para el crecimiento de una empresa.
7. Las tendencias del mercado se hacen notar en inglés ya que los mercados más grandes están en inglés.
8. Por medio del aprendizaje de un segundo idioma, logramos percibir el mundo de manera distinta a cuando somos monolingües. Todo, gracias a que la construcción de una idea para ser comunicada lleva una estructura distinta a la de nuestra lengua materna.
Finalmente, aprender inglés nos da un mayor alcance y una percepción más amplia de la vida.
Prof. Rodrigo Zapién